SIETE DÍAS PARA OLVIDAR
La Semana Trágica de
Barcelona fue un acontecimiento de gran importancia para la Historia de España,
y por eso considero que es necesario profundizar en el tema para que conozcáis
qué fue lo que realmente pasó.
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Veremos que lo que en un principio parecía una huelga general pacífica se convertiría en una manifestación que haría historia y cambiaría la misma.
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| Antonio Maura |
En el año 1909, la Restauración lleva vigente más de treinta años. Alfonso XII ha sido sucedido por su hijo, Alfonso XIII, pero permanece el sistema puesto en marcha por Cánovas del Castillo, basado en el turno pacífico de dos grandes partidos, el conservador y el liberal.
Antonio Maura manda en el partido conservador y el partido conservador es el
que gobierna.
Hasta 1909, y aunque ha habido algunos problemas, el turno entre los dos partidos más o menos se ha respetado. Pero se romperá en 1909. Y será a causa de la Semana Trágica, también conocida como Negra, Sangrienta, Triste, de Duelo, Roja o Gloriosa.
Se trata de un estallido
incontrolado centrado en la capital, porque aunque también hubo algunos
disturbios en otros lugares de Cataluña, la mayor parte de la revuelta tuvo
lugar en Barcelona.
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Tras la pérdida de Cuba y las Filipinas, España buscó una mayor presencia en el norte de África, más concretamente, en la zona norte de Marruecos, mediante el envío de reservistas. Lógicamente los marroquíes pusieron resistencia por lo que, el presidente Maura declaró la guerra a Marruecos.
Estos reservistas eran mayoritariamente de Cataluña, sobre todo de la
provincia de Barcelona. Los reservistas catalanes solo se podían utilizar
en situaciones excepcionales debido a que ya habían prestado su servicio
militar anteriormente.
En aquel momento era posible
evitar el servicio militar mediante el pago de 1.500 pesetas, por lo que sólo
eran enviados aquellos que no podían pagarlo, los pobres. Además, quienes
marchaban eran hombres jóvenes, maridos y padres, que al irse dejaban a la
familia prácticamente en la miseria, ya que su sueldo era el más importante
que entraba en casa.
Pero esto sólo fue el
detonante del posterior conflicto, ya que los motivos iban más ligados a la
situación social que vivía la Barcelona de principios del siglo XX y el gran
resentimiento que existía contra el poder y las clases privilegiadas.
En esta época, el
grado de analfabetismo de la población era muy alto, sobre todo en las
familias obreras, formadas, a menudo, por la pareja con cinco o seis hijos, que
vivían “apretujados” en pisos pequeños que no cumplían ninguna mínima higiene, en
un solo espacio donde tenían que hacerlo todo. Los niños y niñas de entre 8
y 15 años constituían un 14% de la población obrera de la ciudad. Además,
no existía ninguna clase de seguridad social.
En esta atmósfera fue
convocada una huelga general para el lunes 26 de julio como protesta contra la
política del Gobierno en la zona del Rif.
Para ponernos en situación,
voy a ir narrando lo que ocurrió cada día de esta semana:
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Lunes 26 de julio
La huelga general fue seguida mayoritariamente en Barcelona, Sabadell, Terrasa,
Badalona, Mataró, Granollers y Sitges. Se creó un comité de huelga para su
coordinación y dirección. Las autoridades ordenaron la salida del ejército a la
calle.
La ciudad está
paralizada, las tiendas y fábricas cierran y los tranvías no funcionan. Algo que
hay que señalar es la coordinación que se genera entre el ejército y los rebeldes.
El ejército no quería luchar en contra del pueblo por que este se estaba
manifestando en defensa de los soldados que habían sido mandados a Marruecos.
Es por eso, que el orden de la ciudad quedó solo en manos de la guardia civil y
cuerpos de seguridad.
Representantes de
Solidaridad Obrera quieren pasar de huelga a revolución, y lo mismo algunos líderes
radicales, pero nadie quiere o se atreve a tomar la iniciativa de la revuelta.
El gobierno se vio
afectado cuando el ministro De la Cierva y el gobernador Ángel Ossorio y Gallardo no se ponían de acuerdo con sus ideas. Al final, las ideas del
ministro De la Cierva (ideas de revolución política y social) fueron respaldadas
por voto unánime y se declaró el estado de guerra.
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Este mismo día, ocurre un evento que marcara esta rebelión para siempre, el
incendio del Patronato Obrero de San José. Fue el
primero de los 80 edificios religiosos entre iglesias
parroquiales, escuelas e instituciones benéficas que fueron incendiados durante
esta semana.
·
Martes, 27 de julio
Desde Marruecos llegaban las noticias sobre el Desastre del Barranco del Lobo,
donde murieron 200-300 reservistas. A raíz de esta noticia se inició el
levantamiento de barricadas en las calles, aislando a barrios y a iglesias.
La protesta anticlerical continúa con la quema de muchas iglesias. Las momias
de las
monjas son
desenterradas y paseadas por Las Ramblas hasta la Plaza San Jaime.
· Miércoles, 28 de julio
Todo transcurre como
anteriormente.
· Jueves, 29 de julio
Los francotiradores siembran el pánico en las calles desde las azoteas de los edificios, mientras los políticos se reúnen pero no toman ninguna decisión porque ningún político asume la responsabilidad y muchos han desaparecido.
· Viernes, 30 de julio
Se sigue realizando la toma de los distintos barrios por el ejército, algunos servicios públicos vuelven a funcionar y la quema de edificios religiosos cesa.
Ese mismo día sale de nuevo un barco lleno de soldados hacia la guerra de
Marruecos.
·
Sábado, 31 de julio
El gobernador militar
publica un bando en el que autorizan a los habitantes a circular libremente por
las calles. Comercios y bancos abren sus puertas.
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Domingo, 1 de agosto
Las autoridades se ponen manos a la obra para castigar a los causantes de
este desastre.
Hubo más de 2.000 personas detenidas, se clausuraron más
de 130 centros y entidades considerados peligrosos y fueron procesadas
por tribunales militares 1.725 personas.
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| Bruselas, imagen original aquí |
Los tribunales
dictaron 59 cadenas perpetuas y 17 condenas a muerte, 12 de las cuales fueron conmutadas por cadena perpetua. Finalmente
fueron ejecutadas 5 personas: Josep Miquel Baró, líder de la revuelta en
Sant Andreu; Antoni Malet Pujol, acusado de quemar objetos de una iglesia y de
disparar contra el ejército; Eugeni del Hoyo, guarda de seguridad que disparó
contra el ejército; Ramon Clemente García, un carbonero con deficiencia mental
que bailó con el cadáver de una monja, y Francesc Ferrer i Guàrdia, que a pesar
de quedar comprobado que no tuvo ningún tipo de participación, fue
condenado como incitador de la revuelta.
Esto causa muchas movilizaciones
internacionales y nacionales que acusaban al gobierno español de corrupto y
sucio.
Con esta presión se provoca la caída del presidente Antonio Maura. Ante
esto el rey propone la subida de los liberales al poder, en la persona de Segismundo Moret, pero sólo por unos meses, ya que el jefe liberal fue incapaz de
enfrentarse a los acontecimientos y a la oposición de la mayoría de los
políticos, incluidos los propios liberales. La crisis, por tanto, no tardó en
estallar.
Así podemos terminar de
explicar este acontecimiento, pero ahora os preguntaréis, “¿Qué pasó en el
resto de España?”
Barcelona estaba totalmente
aislada tanto por ferrocarril como telefónica y telegráficamente, lo cual causó una falta de información de los sublevados que tenían el convencimiento de que
la revuelta se había expandido por otras provincias. El ministro de la gobernación:
De la Cierva, se aprovechó de esta incomunicación para hacer creer que la
huelga tenía un carácter separatista y así consiguió que no fuera apoyada por
la clase trabajadora fuera de Cataluña.
Para más información:
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