domingo, 1 de enero de 2017

ALGO DIFERENTE: ECONOMÍA EXPERIMENTAL

En esta entrada, como dice el título, voy a hablar de algo diferente y atípico, referido al maravilloso libro “Repensar la pobreza” de Esther Duflo y Abhijit Banerjee, quienes apuestan por una manera distinta de afrontar y buscar soluciones para los más pobres, que es a través de la economía experimental.

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¿Qué quiere decir “economía experimental”?. Es muy sencillo. Se trata de la aplicación de métodos experimentales para estudiar las cuestiones económicas. Los experimentos se utilizan para ayudar a entender cómo y por qué los mercados y otros sistemas de intercambio funcionan y cómo lo hacen.

En este caso, los propios escritores han acudido directamente a los protagonistas para comprenderlos mejor, encontrando así muchas contradicciones con nuestros estereotipos. Y es aquí donde encontramos el principal problema: casi nunca se tiene en cuenta a las víctimas a la hora del desarrollo de las acciones antipobreza.

Por lo tanto, en este libro lo que se pretende es conocer la vida económica de los pobres para poder llevar a cabo políticas útiles.

Esther Duflo y Abhijit Banerjee forman parte de una rama dentro de la economía del desarrollo que apuesta por trabajar sobre el terreno con pruebas aleatorias para identificar las medidas más efectivas. Aplican sus tesis desde el Laboratorio J-PAL de acción contra la pobreza, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
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Los autores analizan si muchas de las ideas preconcebidas acerca de cómo viven millones de personas en el planeta con menos de un dólar al día son ciertas o no y de la eficacia de las políticas antipobreza.

Podemos decir que en este aspecto existen dos posicionamientos totalmente opuestos que se mencionan constantemente en el libro: ¿Intervención externa (Jeffrey Sanchs) o no intervención (William Easterly)?

Sachs

Afirma que existe una trampa de la pobreza, que los países pobres necesitan ayuda externa para invertir en zonas críticas y que los ingresos actuales influyen en cómo serán los ingresos futuros.

Easterly

Dice que no existe una trampa de la pobreza, que lo que consiguen las ayudas externas es que la población se acomode y no busque soluciones propias, aumentando la corrupción de las instituciones. La solución sería favorecer el mercado libre con incentivos, para conseguir que la gente se vaya haciendo cada vez más rica hasta que su renta deje de crecer.



Finalmente, los autores del libro no se posicionan ni en la postura de Sachs ni en la de Easterly, porque piensan que una estrategia que imponga totalmente el cambio institucional desde fuera es peligroso,  pero que también lo es la esperanza de que, dejando sola a la gente, las cosas se acaben arreglando por sí mismas.



Repensar la pobreza” se trata de un ensayo en el que se aportan informaciones complejas y que en algunos momentos parecen hasta contradictorias, y se hace ver que la pobreza es algo muy difícil y que no puede ser afrontada con soluciones sencillas y “mágicas”.

Recomiendo que leáis este libro porque te hace reflexionar sobre si Occidente o nosotros como ciudadanos de países desarrollados le prestamos la suficiente atención a este tema, te hace ver que las cosas que nos parecen tan obvias puede que no lo sean y uno aprende que la pobreza no es tal y como sale en la televisión.
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En una entrevista a Esther Duflo, esta afirma que “Entender la realidad y verificar si nuestras hipótesis se cumplen o no nos ayuda a mejorar los resultados de nuestro trabajo”, por eso es tan importante la economía experimental.

Entonces, podríamos preguntarnos por qué este tipo de estudios no se generaliza en el trabajo de la lucha contra la pobreza. Las razones pueden ser que se necesitan muchos recursos, y como ya sabemos, la lucha contra la pobreza no está, ni mucho menos, bien financiada. Otra razón es que no en todos los casos se dan las condiciones para llevar a cabo este tipo de evaluaciones.

La investigación científica dedica tiempo y recursos a probar cosas que no funcionan hasta que funcionan, en la lucha contra la pobreza el nivel de exigencia es mucho mayor y son muchas las personas que opinan que si no funciona a la primera hay que abandonarla. Pero como dice Duflo “¿Acaso no merecen los millones de personas que viven en la pobreza que lo intentemos, que invirtamos en mejorar, que seamos capaces de reconocer que hay estrategias que no funcionan sin que ello implique que no hay que seguir invirtiendo?”


Aquí os dejo que reflexionéis y de nuevo os empujo a que leáis el libro, penséis y saquéis vuestras propias conclusiones. 

Para más información aquí y aquí.

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